15
de febrero de 2016
Fuiste el tercero de la familia. Jamás se
acostumbra uno a ello, pero ya nos había pasado dos veces, en las que tú
lloraste, igual que nosotros te lloramos a ti. Hoy hace tres años y aún tú
recuerdo esta tan presente en los tuyos como lo está el de los dos que te
precedieron.
Somos un árbol y cuando una rama se parte es
como si se partiera el árbol entero.
Algunas llevan en su piel tu recuerdo.
Otros, de alguna manera, lo llevan dentro
como una forma de aceptar lo inevitable.
Tu sonrisa y el sonido de tu risa serán inolvidables.
Desde muy joven la vida no te lo puso fácil.
También tuviste que llorar apenas siendo un hombre.

El pasado solo sirve para dejarnos huellas imborrables.
Eres sin duda una de ellas.
Los duelos son interiores, pero si
expresamos, de alguna manera como nos sentimos y cuanto te envidiamos por lo
hechos que llevaste a cabo, no dejas de ser una referencia, de la que hay que
hablar en público. Para que no caigas en el olvido.
Lo realmente triste es pasar sin dejar
huella, y en mi Alma está tu ausencia.
Este lenguaje tiene fuerza, demasiada fuerza. Hace que los sentimientos se disparen lata con fuerza el corazón. En la tristeza hay yacimientos donde buscar pero dos no hay talento no florece nada. Aquí hay mas que talento, mucho coraje y voluntad. Enhorabuena.
ResponderEliminargracias Luis or tu apoyo. en momento así se necesita de una amigo
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