pedir disculpas
28
de febrero de 2016
Ante todo, lo que tengo que hacer es pedir
disculpas por no haber publicado nada en más de quince días.
Es el ritmo de vida que llevo lo que me
impide sentarme delante del ordenador y buscar esa historia tan ansiada que me
haga vibrar al escribirla y que te agrade a ti al escucharla.
Esto de la independencia es más complejo de
lo que parece y mantener un orden en las tareas y actividades diarias cuesta un
esfuerzo en el que no me queda otro remedio que dejar algo atrás y este, quizá,
sea el caso del blog.

Con esto no pretendo disculparme, pero te
contaré un pequeño secreto. Entre una cosa y otra llevo cerca de tres días sin
escribir nada en mi diario.
Con mi confesión, lo que quiero recalcar
es que mi vida no para de llenarse de actividades y me queda muy poco tiempo
libre para dedicárselo a mis ocios.
El escribir es para mi muy importante y si
no lo hago me pesa en la conciencia. Imposiciones que nos marcamos nosotros
mismos y que las entendemos por obligaciones, cuando en realidad son naturales
en nosotros y debe ir acompañada del disfrute.
Además, estoy algo bajo de ideas. Como
practico tan poco las posibilidades de hacer algo digno merma. No quiero
escribir cualquier cosa. Algo de lo que me sienta, por lo menos, satisfecho. Un
relato al que le haya dedicado tiempo, que tenga cierto cariz, y que siga el
propósito del blog, que no es otro que el de tener un rincón en la red dónde yo
pueda desarrollar mi afición por la escritura de forma independiente.
Así
que prometo, en breve continuar la labor y el compromiso en el que un día me
embarqué. Pero eso si, necesito adaptarme a mi nueva vida y tener tiempo para todo.

Con todo
esto, me comprometo a seguir trabajando. Una vez que me organice bien todo volverá
a su cauce. Hay etapas que por mucho que queramos tenemos que rendirnos ante los
acontecimientos y este es el caso.
Pues mucho has escrito, y muy interesante, por cierto, pese a notarte algo desganado. ¡¡Ánimo, que nos gusta leerte!!
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